viernes, 11 de enero de 2013

too many white lies and white lines

Sabes lo que pasa? Que llevo todo este tiempo esperando y me he cansado. Si, todavía sonrío al recordar tu voz esa noche de fiesta. Todavía me late el corazón a mil por hora si se encuentran nuestros ojos y si, todavía intento evitar pasar cerca tuyo. Pero lo que más intento evitar es mirarte, porque aunque es lo único que me queda, siento que es lo único que me falta. Mirarte y verte de verdad. Eso me falta. Sin cubrirte con todos esos alardes de grandeza que me empeño en hacerte, y que te haces tu a ti mismo cuando estás a mi alrededor. Más que nada, solo quiero que te des cuenta de que me he marchado. De que he cambiado. De que ya no bebo los vientos por ti, y aunque si lo hago, te prometo que cada vez lo haré menos. Y un día cuando me seas indiferente, no te atrevas a volver. Porque si has decidido no volver, te pido por favor que esta vez sea enserio. Por mucho que siempre quiera que vuelvas. No.

Pero sabes que es lo que pasa? Lo que realmente pasa? Que contigo han vuelto todos esos miedos que tenía encerrados dentro, muy dentro. Contigo y con esto. Y me he dado cuenta de que no soy tan libre como pienso y he tenido que volver a empezar de nuevo. Y si, se que lleva tiempo pero te odio por hacerme pasar por esto de nuevo.

Aunque no es tu culpa, aunque quiero creer que si yo hubiera ido todo hubiera salido bien pero es demasiado tarde para pensar en eso, porque he decidido que debo marcharme, por mi bien, porque ahora toca pensar en mi primero.

Si, todavía tengo un mínimo rayo de esperanza y si, yo misma lo destrozo cada vez que te veo. Y es que es eso. Me encanta ese modo de autodestrucción que siento que debo poner en 'on' cuando estás cerca. Porque me encanta autodestruirme. Siento placer al hacerlo. Y tu me lo pones tan fácil que es difícil pensar en escapar de ello.

No todo se remonta a ti, es mucho más complejo que eso. Pero no voy a entrar en eso, porque sería abrir un cajón tan oscuro como el mismísimo cielo cuando cae la noche, y no es bueno. Sobretodo porque es tan tentador no volver a cerrar ese cajón, que puede que volviera a vivir con ello.

Así que ahora, ahora más que nunca, se que por mucho que me cueste admitirlo, no eres una razón lo suficientemente buena. Me he resignado y odio haberlo hecho. Pero ya era hora. Me hiciste volar solo para romperme en pedazos. Y lo siento, pero no, por mucho que quiera, se que no puedo tolerar eso. Así que vas a ver como me marcho y espero que desees que vuelva. Como hago yo todo el tiempo. Sé que esto no es sano. Y ahora más que nunca, espero que te des cuenta de que valgo algo, de que merecí algo más, aunque yo sea la primera en no creer eso. Porque a pesar de todo, alguien me dijo una vez que tengo que amarme a mi misma lo suficiente como para darme cuenta de que cuando alguien no me quiere, debo seguir adelante. Y te pese lo que te pese, porque espero que te pese, eso hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario