jueves, 21 de febrero de 2013

Y si hay algo que quiero que entiendas, es que no me rompes. No me has roto. No lloro cada noche por ti, ni rememoro el sonido de tu voz cuando me decías lo que quería escuchar. Ni siquiera necesito ya que vuelvas. Porque no vas a volver. Y es mejor así. pero a veces quiero que vuelvas ¿Recuerdas cuando te pedí una explicación que no supiste darme? Yo la tengo. Nunca cambiarás. No conmigo. Volvías porque sabías que podías pero ya no puedes. Será el orgullo. Será tu estúpida manera de preocuparte demasiado por el qué dirán. Sea lo que sea. No lo necesito. Y si en el fondo esperas que vuelva yo, tendrás que saber que no voy a permitírmelo. No puedo. Odiaría cada parte de mi ser por mirarte de nuevo como lo hacía antes, eso si pudiera verte con los mismos ojos. Aunque a veces lo hago. A veces me pregunto que pasaría si lográramos encontrar una manera. Pero enseguida aparto ese pensamiento de mi cabeza. Porque no me mereces. O yo soy poco para Y no puedo dejarte hacerme daño, no más del que ya me has hecho.
Lo que más me cuesta es admitir que sigo sintiendo una horrible ansia de ti. Ni yo lo entiendo, he intentado ignorarlo, mentirme a mi misma. A veces resurge, escala desde lo más hondo de mi ser a la superficie y me hace querer buscarte. Tengo que controlarme a mi misma, esconderlo de nuevo donde pertenece, recordarme que me has hecho pedazos para poder seguir adelante. No quiero dejar que me trates de la manera que lo haces.
He dejado de intentar entender. A ti. A tus razones. Tu manera de moverte y de pensar. No tengo que entenderte. Solo tengo que olvidarte. Dios, si supieras cuantas veces he intentado odiarte y he creído conseguirlo, sentir asco al recordar tus labios sobre los míos. A veces confundo el escalofrío con arcadas, pero soy consciente de que sería engañarme a mi misma. Está asimilado. Así que si algún día vuelves, espero tener la fuerza suficiente de mandarte a la mierda como te mereces.
Y si hay algo que quiero que entiendas, es que esto no está bien. Tú no estás bien. Pero ya no importa. Voy a sobrevivir igual. Estoy sobreviviendo igual. Ojalá te joda cada paso que doy sin mirarte siquiera. Ojalá te joda porque ves que logro esquivar tu mirada y logro mantenerme impasible cuando escucho tu voz. No me has roto. Igual que te conseguí te he olvidado. aunque si supieras. No me has roto. Quiero que lo entiendas. Que lo leas en el brillo de mis ojos y cada vez que me encojo de hombros. Que lo leas en mis labios. Que sí, que me has roto, pero intento con todo mi ser que parezca que no lo has conseguido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario