domingo, 21 de julio de 2013

1975


"En el supuesto caso de que esta terminara siendo mi última carta, para ti, quiero que sepas que estaba en un lugar muy malo al empezar el curso, y tu me ayudaste. Probablemente ni siquiera sabías que lo hacías, es más, seguro que solo pretendías hacerme daño, y seguro que no serías capaz de entender las cosas por las que estaba pasando. Pero hiciste que aprendiera a sobrevivir, yo sola. Porque si hay una cosa que tengo clara, es que la gente como tu nunca se cansará de repetirme que estas cosas, estas cosas no pasan. Y la gente como tu olvida lo que es tener dieciséis años, cuando cumplen los diecisiete. Pero ahora puedo mantenerme firme al decir que todos estos momentos serán historias en el futuro. Que todas estas fotos se convertirán en viejos recuerdos, posiblemente algunos lleguen a formar parte de un álbum. Pero no tus fotos, eres de esas cosas que hay que dejar ir. Un día, todos seremos el padre o la madre de alguien, nos levantaremos a las seis y media de la mañana para ir a trabajar y olvidaremos lo que se siente al comer nutella directamente del bote. Este va a ser nuestro último año. Doy gracias a que hayas pasado, no se que hubiera sido de mi si alguien no me hubiera destrozado. Porque ahora soy más fuerte y si, he cambiado.
Así que ahora mismo, hoy, que el calor del verano arrasó con mi vieja nostalgia del invierno, hay una cosa de la que no dudo. Tengo una certeza. Esto está pasando. Mi vida. Estoy mirándole, mientras me habla de las miles de cosas que piensa hacer este Agosto, veo como se curvan sus labios al sonreír y se que esta noche no podría ser más perfecta. Y puedo verlo. Ese momento en el que me asalta eso que pensé que nunca merecería escuchar. No soy una historia triste. Estoy viva. Y alzo la vista y veo todas las luces de neón, y escucho la música tan alto que siento que dicta los latidos de mi corazón. Todo lo que veo me hace pensar. Porque gracias a ti, he sangrado y he sabido que no he muerto. Y gracias a ti, ahora se que si había perdido toda esperanza, he recuperado la necesaria para saber que las cosas tienen que cobrar sentido algún día. No pueden no hacerlo.
En este instante, alzo mis manos lo más alto que puedo y siento que estoy tocando las estrellas, puedo atraparlas. Juro que somos infinitos."









como sobrevivimos es lo que nos convierte en quien somos.

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